
En 2010 esta ciudad sumaba, entre el sector público y privado, trece ginecólogos. Hoy, cinco años más tarde, solo quedan siete de los cuales dos están a punto de emigrar en busca de mejores horizontes.
Las cifras desnudan con elocuencia la severa crisis que enfrenta Zapala en materia de salud en este segmento. Detrás de estos números aparecen historias de profesionales que pelean cada día contra una realidad que los abruma.
"La verdad es que estamos muy mal y la tendencia se agudiza. En salud pública ya nadie quiere venir a radicarse a Zapala. Entre nuestros conocidos y amigos de otras provincias comentamos la necesidad que existe pero ninguno se interesa, es muy complicado". Esta es la cruda reflexión de un integrante del servicio de tocoginecología del hospital que sirve como diagnóstico del problema.
"En la clínica el panorama es igual, tienen tres profesionales pero sabemos que se van dos dentro de poco y no consiguen reemplazantes", agrega la misma fuente.
Sueldos poco atractivos, falta de viviendas institucionales y una tendencia nacional a la baja en la matrícula de ginecólogos conforman un combo explosivo que atenta directamente contra la salud. Para colmo Zapala, a diferencia de otros destinos, no ofrece atractivos adicionales que puedan seducir a médicos recién egresados.
"Hubo vacantes en Villa La Angostura pero se cubrieron enseguida, acá no quieren venir", reconoció una profesional que llegó a esta ciudad hace muchos años.
El punto central es que el hospital de Zapala, con sus 40.000 habitantes, a los cuales se suman varios miles de otras localidades vecinas, cuenta con un plantel raquítico en el área de ginecología. Actualmente solo tiene cuatro médicos y uno de ellos recién está regresando de una larga convalecencia, con lo cual la atención a la demanda y la cobertura de emergencias y guardias resulta caótica.
A esta coyuntura se suma un detalle que no es menor: gran parte de los hospitales de la zona no realizan partos que, casi invariablemente, se derivan a esta localidad. "Es otro elemento que nos recarga porque estamos hablando mayoritariamente de embarazos de alto riesgo", reconocieron los profesionales consultados.
Esto provoca que las estadísticas se disparen y posicionen al hospital de Zapala casi al nivel del Heller de la capital neuquina en materia de nacimientos anuales con un equipo significativamente menor en cuanto a número de integrantes.
"Se realizan más de 700 partos en el año", graficaron los profesionales consultados por este diario.
La suspensión del servicio de consultorio es casi una obviedad con esta sobrecarga.
"Le pedimos a las mujeres que se atiendan en otras localidades como Cutral Co o Neuquén si está dentro de sus posibilidades" admitieron.
Todas las notas y reclamos que vienen presentando desde hace meses a las autoridades locales y provinciales no encontraron respuestas. "Si no se toman medidas urgentes el sistema va directo a una implosión", vaticinaron los médicos.
La realidad social también se transformó en los últimos años y los embarazos adolescentes son cada ves más habituales. "Nosotros siempre planteamos el final feliz de cada historia pero a veces esto no se da y la carga emocional se vuelve dura", expresaron los profesionales.
Fuente: Río Negro.
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