El proceso judicial tuvo ayer como principales relatos a los policías que acudieron al pub Ayelén, donde se inició la refriega que dio lugar posteriormente al asesinato.
El arma reglamentaria del policía Roberto Zúñiga, a quien la fiscalía le atribuye haber efectuado los tres disparos que terminaron con la vida de Montecino, fue encontrada enterrada en el patio de la vivienda que ocupa su madre.
Un menor de 16 años, sobrino del acusado, declaró durante la instrucción haberla ocultado pero no dio más detalles ni explicó porque lo hizo.
Hoy será el turno de los peritos que analizaron la presencia de alcohol en el cuerpo de la víctima. Los estudios, que deberán ser ratificados este miércoles durante el debate, revelaron que Montecino presentaba un estado de ebriedad total con cifras cercanas al coma alcohólico.
Según se precisó, la víctima se acostó con el cuchillo en la cintura en un claro síntoma de que no tenía control de sus actos. Esto refuerza la teoría de las fiscales Sandra González Taboada y Laura Pizzipaulo quienes sostienen que Montecino no tuvo ninguna posibilidad de defenderse del ataque.
El juicio se retomará hoy a las 9 y además de los peritos se espera por la presencia de algunos testigos propuestas por Marcelo Inaudi y Miguel Manso, abogados defensores de Roberto y Marcos Zúñiga y Néstor Cid, respectivamente.
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