
“Sentimos que se hizo justicia, estos médicos vivieron un calvario desde entonces hasta ahora”, sostuvo ayer el abogado defensor Rubén Bortolatto, en declaraciones a FM Puquén. Y agregó que “es un fallo que además sirve para recobrar la confianza en el hospital de nuestra localidad”.
La sentencia podría ser impugnada tanto por la querella como por la fiscalía. Ayer, desde el ministerio público no se brindaron mayores detalles al respecto. “Queremos analizar la sentencia antes de emitir alguna opinión”, expresó una fuente judicial.
La víctima fatal en este caso fue Cintia Angelina Poncio Deij de 32 años, quien ingresó al hospital el 30 de diciembre de 2013 cursando un embarazo. Según se estableció mediante una ecografía, el feto no presentaba signos vitales. El estado de salud de la mujer se fue deteriorando con el paso de las horas y los médicos decidieron su derivación hacia Neuquén.
La madre, Gladys Deij, cuestionó severamente el accionar de los médicos. “Cuando se confirmó que el bebé estaba muerto y los análisis le dieron mal le pedí por favor al médico que le hiciera un legrado. Soy enfermera y se que cada minuto que se pierde es clave pero ni siquiera me respondieron. A la tarde, varias horas después, decidieron derivarla a Neuquén pero ella ya presentaba problemas para respirar”, relató.
La joven no logró sobrevivir al cuadro de sepsis y falleció el 3 de enero a las 2 de la madrugada.
Todavía no estaba definido si la querella o la fiscalía presentarán una apelación a la sentencia absolutoria de ayer.
Fuente: diario Río Negro.
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