
En el año 2002, luego de la Pueblada, se acordó que la provincia trasferiría a la ciudad de Zapala 2.700.000 pesos para obras, que entre otras, incluía la Planta de tratamiento de líquidos cloacales.
En el año 2004 la empresa San Andrés Rivas, concesionaria de la obra, hace entrega de la misma supuestamente terminada, que incluía el entubamiento del Cañadón, las piletas de oxidación y una conexión entre ambas.
Luego de recibida esta obra, el EPAS comprueba que por las características del suelo, era imposible que por gravedad se llenaran las piletas, por lo cual era necesario impulsar los líquidos hacia las mismas mediante una planta de bombeo.
Se presupuesta dicha planta de bombeo en 4 millones de pesos, y es recién en el 2014, y por gestión de la intendenta Soledad Martínez, que la provincia transfiere los fondos a la Municipalidad de Zapala para hacer frente, con mano de obra municipal, a esta obra de ingeniería extremadamente compleja.
La complejidad radica en las características de los materiales que se utilizan, en la profundidad del pozo y en que hay bombear y propulsar los líquidos para poder derivarlos a las piletas.
Si bien la parte de la obra que por administración le correspondía realizar a la Municipalidad de Zapala ya se encuentra terminada, faltan algunas obras complementarias en las piletas, que no fueron contempladas en el proyecto inicial del EPAS y que permitirían acelerar el proceso de oxidación de los líquidos para poder reutilizarlos como “Aguas grises”, motivo por el cual la provincia ha pedido al municipio esperar la construcción de estas obras para comenzar con la utilización de la Planta.
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