
En el caso de la Ruta 22, no hay movimiento de máquinas desde enero en las obras de ampliación de trochas, y los automovilistas tienen que circular esquivando los tambores que la empresa constructora dejó en la cinta asfáltica.
En el empalme de la Autovía Norte con la Ruta 7 y el acceso al tercer puente, inaugurado a las apuradas por el presidente Mauricio Macri el año pasado, está pendiente la ejecución de un rulo que ordene y facilite la circulación. Hasta tanto eso no suceda, es probable que los accidentes por los constantes giros en U que realizan conductores imprudentes se sigan repitiendo.
obre el tema hay un silencio de radio. Vialidad Nacional no sabe o no contesta, y otro tanto sucede con Vialidad Provincial. A causa de tanto silencio, los diputados provinciales de la comisión de Transporte tomaron la iniciativa de intentar apurar las obras, o al menos que se precise cuándo y cómo se harán los trabajos. Pero a ellos tampoco les atienden el teléfono.
Según informó la comisión de Transporte de la Legislatura, en Neuquén existen aproximadamente mil kilómetros de rutas de jurisdicción nacional. Y observaron que los tramos que permiten salir o entrar a la capital son sólo una parte del problema.
El legislador Raúl Podestá (Frente Grande) dijo que “el último accidente sobre la Ruta 22 que les costó la vida a dos jóvenes policías de Zapala es una muestra de la gravedad del problema, sobre el que no quieren dar respuestas”.
Semanalmente, las crónicas de este diario dan cuenta de accidentes viales, unos más graves que otros, en proximidades del empalme de la Autovía Norte con la Ruta 7, tanto por la falta de las obras necesarias como por la deficiente señalización e iluminación de las áreas. La situación amerita atención.
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