
Alquilar un avión hubiera sido un gasto justificado si el trayecto incluía un sobrevuelo a la zona de las bardas roquenses ayer por la mañana. Es que, visto desde el cielo, el espectáculo que ofreció la Doble Apolo debe haber sido cuanto menos impactante.
Más de 3.000 personas se agolparon en Paso Córdoba, una mañana invernal de domingo y con el típico viento patagónico, con la sola excusa de disfrutar el deporte al aire libre. Si, así escrito parece complicado de creer. Pero fue cierto. El color y el calor (humano, claro) tiñó la zona montañosa desde bien temprano hasta muy entrada la tarde. Y pasó una nueva edición de un clásico que una vez más confirmó no tener comparación.
En los hechos estrictamente deportivos también hubo buenas novedades. El nivel se elevó, y no sólo eso: se terminó el reinado de Matías Roht, un monarca que no estaba dispuesto a ceder sus tierras. Poco le importó a Darío “Lalo” Ríos, el chubutense que derrocó al maragato e impuso un nuevo régimen en el certamen de trail run del Alto Valle por excelencia.
La carrera fue atractiva, no sólo porque contó con miles de participantes, sino también porque se definió (al menos en la categoría principal) en los últimos 3 kilómetros. Y el palo a palo tuvo a dos protagonistas que apenas se sacaron diferencias en un cierre con trazados técnicos y complicados.
Por detrás llegó Javier Fermín, que tiene un mérito extra porque compite desde un sector más amateur. Y aún así, superó a varios que se dedican full time y quedó a minutos de Ríos y Roht, algo que él mismo tomó como “un orgullo”.
A la hora de hablar de Damas, el triunfo se mudó a Zapala gracias a Roxana Flores, que no dejó dudas y marcó una enorme diferencia sobre el resto.
La atleta, que ya había participado en varias ediciones y siempre rondaba la zona de podios, se dio un gran gusto y dominó de principio a fin un trazado muy exigente.
El segundo puesto quedó en poder de una roquense, Belén Sepúlveda, que mostró una buena imagen y volvió a meterse entre las potencias regionales.
Vanina Namuncurá, oriunda de Zapala, fue quien completó el podio femenino, que al cierre de esta edición continuaba con algunas modificaciones por problemas con los tiempos.
En cuanto a las postas, David Svetliza y Andrés Mari Jonatan se llevaron la general con una leve ventaja sobre sus competidores. Los siguieron Diego Ramírez y Germán García; mientras que el tercer lugar del podio quedó para el tándem formado por Nelson Ojeda y Julio Loncomán.
¿Hubo errores? Seguro. Todos los certámenes los tienen. Pero, a juzgar por la respuesta del público y el nivel de los competidores, los aciertos de esta Doble Apolo fueron infinitamente superiores. Con eso en mente, el Alto Valle volvió a gozar de un certamen hecho a su medida.
Fuente y foto: Diario RN.
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