
Fiesta inolvidable en el Ruca Che para atesorar en la memoria y soñar con la vuelta a los primeros planos a nivel clubes, contagiados por el coraje de un plantel que mezcló experiencia y juventud para coronarse tras 22 años (1995) por segunda vez en la historia en el “más argentino de los campeonatos”, cuya 83ª edición organizó y ganó. En la final, el Verde le ganó a Santa Fe 95 a 81 con autoridad y suficiencia, una síntesis del recorrido en el certamen del conjunto de Pablo Romero, que apenas cedió un juego con Tucumán (tercero tras derrotar 107 a 70 a Corrientes).
Más de 5 mil personas celebraron un triunfo memorable en un estadio emblemático que vio nacer a la Generación Dorada (la selección Argentina de Manu Ginóbili y Scola) en el Premundial del 2001 y que, tras esta consagración, tal vez empiece a gestar el renacimiento del básquetbol neuquino, que está dando su primeros pasos en ese camino con Petrolero Argentino en el TNA y con Pérfora, Independiente y Centro Español en el Torneo Federal.
El partido, si bien se resolvió con holgura, no fue fácil. El primer cuarto se jugó punto a punto y Santa Fe sacó la primera ventaja con buen acierto en el tiro exterior de la mano de Sebastián Mignani (6 puntos) y Gastón García. Tras los dos primeros puntos se quedó en ofensiva y la visita sacó cuatro de ventaja (8-4).
El conjunto de Pablo Romero se repuso con dos bombas de Carlos Paredes, pero entre Mignani y Fabricio Cosolito, con el tiro exterior, los santafesinos lograron mantener una luz de ventaja. Saavedra, que fue el goleador de este tramo con 8 puntos, fue clave para hacerse fuerte bajo el aro. Sobre el final, se despegó el equipo que venía de tres subcampeonatos (ayer sumó el cuarto), para irse al descanso por cuatro (25-21).
En la reanudación, el local empujado por su público tuvo un excelente comienzo y un mejor cierre para tomar el mando del tablero. Con Agustín Pérez y Santiago Rodríguez (sendos triples) logró igualar en 27 tras la conversión de Cosolito. No obstante, Santa Fe ganó mucho con el ingreso de Nicolás Solari, quien con un triple amplió a cinco la ventaja (32-27).
En el momento más complicado del conjunto neuquino salió al rescate Julián Ruiz, quien con una ráfaga de cinco puntos pudo igualar el marcador en 36 e iniciar la remontada junto a Mario Sepúlveda y Julián Fedele para meter un parcial de 11-0 y cerrar 51-40 el primer tiempo.
En el tercer parcial el conjunto neuquino amplió la diferencia. Aprovechó que los santafesinos se fueron cargando de faltas. Julián Ruiz con un triple y dos libres de Fedele pusieron una tranquilizadora distancia de once puntos (56-45).
Romero apostó por un juego de doble base con el Tuti Ruiz y Pérez (dos bombas de ambos llevaron el marcador a 66-55 para meter la mayor diferencia: 14 puntos, 72-58) que justamente decoró Agustín Pérez, con un lanzamiento de zona tres que hizo explotar el Ruca Che.
En el tramo final, Romero aprovechó el tiempo porque Santa Fe metió cuatro puntos en menos de un minuto. Pero una ráfaga de Mario Sepúlveda y, desde la línea, Agustín Pérez mantuvo una diferencia de diez puntos (77-67) que extendió Guillermo Saavedra, aunque cometió una falta técnica y se fue por cinco. Ambos equipos se fueron cargando y también se fue el Tuti Ruiz, consagrado el mejor jugador del torneo, y también lo sufrió Santa Fe, con Zurbriggen, García y Sacco, entre otros.
Neuquén llegó a ganar por 15 (84-79) con un triple de Lautaro Riego, pero se vino Santa Fe sobre el cierre con una seguidilla de Torresi y Sacco para ponerse a 7 (81-88) en el momento más complicado del partido, a 2m18s del cierre, pero desde la línea Fedele (4 puntos), Pérez (1) y Carlos Paredes (2) cerraron el marcador y encendieron el festejo.
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